En el pequeño pueblo de Santiago, donde el sol se desploma sobre la sabana, nació la historia de una joven llamada Mariela. Era una muchacha hermosa, con el cabello negro como la noche y ojos verdes como el cielo. Sus padres, trabajadores del campo, la habían criado con el valor y la dignidad que era necesario en una sociedad anticuada.

Mariela era una muchacha soñadora, con una alma libre y un corazón valiente. Siempre había soñado con escapar de la pobreza y la miseria que la rodeaba. Quería ser alguien, quería hacer algo importante con su vida. Y aunque nunca se atrevió a decirlo en voz alta, siempre sintió que su destino estaba ligado a algo más grande que ella misma.

Un día, mientras trabajaba en el campo, Mariela conoció a un hombre llamado Rafael. Era alto y hermoso, con una sonrisa que podía calentarte el corazón. Lo conocía de antes, pero nunca se habían hablado mucho. Esa vez, sin embargo, se detuvieron a charlar bajo un árbol sombreado. Hablaron de sus sueños y metas, de sus deseos y miedos. Y en ese momento, Mariela supo que lo amaba.

Pero Rafael no era un hombre como cualquier otro. Era un enfant terrible, con una Pasión que siempre lo llevaba a hacer cosas temerarias. Y no, no quería asumir compromisos o códigos laborales, él Solo quería verse a sí mismo bien en cualquier婦 Anna términos.

Mariela, sin embargo, no podía elegir entre su amor por Rafael y su deseo de escapar de la pobreza y la miseria que la rodeaba. Ella sabía que su destino estaba ligado a algo más grande que ella misma, pero no sabía qué era. Solo sabía que su corazón llamaba a la libertad, a la felicidad y al amor verdadero.

Por eso, decidió hacer lo que había estado soñando durante tanto tiempo: escapar de su hogar y buscar su propia suerte en la ciudad. Pero mientras se alejaba de Santiago, no sabía que su historia estaba apenas comenzando. Y que en los años que vendrían, su corazón llamaría a un sacrificio inmenso, para lograr su libertad y su destino.

En ese momento, sin embargo, mientras se alejaba de su pueblo natal, Mariela sabía que nada más importaba que encontrar su verdadero amor. Y aunque ella no sabía que Rafael estaría allí para dejarla caer, estaba seguro de que su corazón estaría solo por ella.