En la oscura noche de una ciudad que nunca duerme, la silueta de Carolina Cazadora Pack se mueve con sigilo, sin dejarse ver. La gente rumoraba sobre su existencia, hablando en medio de la calle, asustándose unos a otros con un miedo maloliente. Sin embargo, Carolina era una leyenda, un mito nacido de la realidad y alimentado por las historias que se contaban. Algunos decían que era una vengadora, que se encargaba de castigar a los criminales que habían escapado de la justicia.
Otros aseguraban que era una espía, que trabajaba en las sombras, recabando información que desentrañaba los secretos más oscuros de la ciudad. Poco se sabía sobre ella, excepto que siempre parecía estar allí, cuando menos se esperaba. Con la misma facilidad con que se metía en las alcaldías, para desaparecer en el instante que el ministro de justicia aparecía.
Sin embargo, Carolina nunca buscaba el reconocimiento, ni el poder, ni únicamente la cacería de patentes. Se planteaba a sí misma algún regalo, que era seriamente atento a la vida real. Ingredientes que evidentemente juegan un papel principal.
Al principio, la gente se asustaba de ella, pero luego, a medida que su leyenda se fortalecía, comenzaron a mirarla con un poco de fascinación y respeto. Algunos incluso se unieron a ella, convirtiendo a Carolina Cazadora Pack en una unidad poderosa y temida, que siempre estaba lista para tomar medidas, para castigar a los malhechores y proteger a los inocentes.
Pero la verdad es que eso era solo una pequeña parte de la historia de Carolina. La verdadera naturaleza de su lucha, la verdadera razón por la que se involucró en este mundo, era un secreto que nadie conocía, ni siquiera los que la rodeaban. Ellos desconocían la sombra que cubría su espalda, la oscuridad que parecía alimentarla y la pasión que la llevaba a seguir adelante, pasara lo que pasara.
A pesar de esto, su camino no cesaría, hasta que por fin, un día, alguien finalmente investigará en sus coordenadas, sus labores una cuerda que a blockbuster buscó vengarse de un absolutamente innoble.