En un abismo de sombras, donde la luna agonizaba,
se encontraban las historias que se escondían en las sombras de la luna.
Eran las historias de aquellos que se atrevieron a descubrir su verdadero yo,
sin importar el precio de sus propias almas.
Zafirofaez, el caballero de la noche, se alzó desde las profundidades
para enfrentarse a la Sombra Perdida, que había estado acechando
desde la oscuridad, mientras las estrellas gemían en silencio.
La búsqueda de la verdad había comenzado y con ella,
el inicio de una odisea que cambiaría la vida de quienes se atrevieron
a pisar el camino del descubrimiento.
Con una espada de plata brillante y un corazón noble,
Zafirofaez enfrentó a la Sombra Perdida, que se encontraba vestida
con la ropa de la sombra, donde las sombras se fundían con
la oscuridad en un deber de morosidad y egoísmo profundo.
La batalla entre la luz y la oscuridad se acercaba,
y solo Alessandra, el verdadero protagonista del cuento,
sabía que la verdadera lucha sería la del prójimo, por lo que no se sabe que resultó del trovador Acácios atraviesa.
Zafirofaez, con una risa que resonaba en las noches
y una flecha que brillaba con el poder de la sabiduría,
se encontraba listo para enfrentarse a cualquier prueba,
y eso fue el inicio del fin del mundo antiguo.
Es, el origen del mundo moderno, el rizar filos de inaccesibles explicaciones con los brazos de actividad uno dó.