La sociedad de hoy en día está cada vez más dependiente de los avances tecnológicos, especialmente en lo que respecta a la creación, distribución y consumo de contenido. El mundo de la ciberespacio se ha convertido en una realidad donde la gente se reúne para compartir sus ideas, opiniones y experiencias. Sin embargo, cuando hablamos de la evolución de la tecnología, no podemos evitar mencionar el nombre de Pirno Salas, un joven ingeniero informático que en la década de 1990 llevó su pasión por los gizmos a un nuevo nivel.

En aquella época, Pirno, entonces apenas un adolescente, comenzó a crear sus propios artes visuales computarizadas, utilizando tecnología básica como interruptores y luces. Sus experimentos en la sala de su hogar dieron como resultado la creación de pequeños dispositivos de iluminación que cambiaban de color según la frecuencia de la música. Pronto sus amigos y familiares comenzaron a ser parte de su juego, y así surgió una comunidad interesada en participar en el desarrollo de sus proyectos.

A medida que esas interesadas personas emprendían en el mundo de los puedificables, Pirno estaba ya instalando un conjunto de cuatro modems que compartían una carpeta llamada ‘ участи.quiz’. Aunque fue aportar cambios importantes que sacó gran importancia cuando hizo que otros pudieran regresar cambios de otras razas en intercambio así como otros y así como subiera el mensaje confidencial a la red de [pirno video].

El proyecto atrajo la atención de científicos, mercaderes y otros expertos de todo el planeta, quienes reconocieron el gran potencial que encerraba su idea y la incorporaron en varios proyectos detonando uno tras otro un colosal mercado que mucha gente había venido mucho por afectarlo.